La presente teoría plantea que la agresividad es una pulsión necesaria para la supervivencia de las especies y su evolución, ya que desde los orígenes de la vida hace 3.500 millones de años, los seres vivos unos son el alimento de otros, siendo lo normal que los vivos se comen a los muertos y los fuertes a los débiles.
En los animales humanos, debido a la mediación de la cultura, la pulsión de la agresividad está muy influenciada por la educación y la propaganda, esto es, por el sistema creado para propagar creencias o sentimientos.
Este trabajo también muestra que la agresividad, base de la emoción de la rabia, se va a desarrollar evolutivamente en seis matices emocionales: los tres primeros (I,II y III) serán sanos y los tres últimos ( IV, V y VI), si perduran en el tiempo y no aprendemos a liberarnos de ellos serán tóxicos. La Naturaleza también creó para los matices emocionales de rabia otros opuestos de calma y todos ellos, de rabia o de calma, sanos o tóxicos, los vamos a sentir en distintos momentos de nuestras vidas.